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martes, 11 de agosto de 2015

La Quimera del Recuerdo

En la mitología griega, existia un animal fabuloso llamado "Quimera", nacida la unión entre la monstruosa ninfa Equidna y el dios Tifón. La bestia, que fue derrotada por Belerofonte y su caballo alado Pegaso, tenia cabeza de León, cuervos de cabra y escupía fuego. Aterrorizaba con su presencia a quien osara enfrentarle. 

Los recuerdos a veces actuan como este ser mitologico, salvo que, en esta oportunidad, la bestia está encerrada en la jaula del subconsciente, y nos ataca furiosamente a través de los sueños, y en otras ocasiones, cuando despiertos, somos victimas de los pensamientos recurrentes. 

La Quimera de los recuerdos, agotada y sin razón, se presenta ante nosotros tratando de hacer tronar nuestra cordura y nuestra estabilidad, repitiendo una y otra vez un absurdo irrealizable, una acción vedada al consciente y al presente. Se intenta ocultar en la mente, pero queda expuesto al intentar asustarnos con su sombra. A veces dudamos, y a otras tantas, nos derriba con su rugido...

¿Qué ocurre cuando nuestros pensamientos, se transforman en traicioneras visiones que emergen una y otra vez desde nuestro ser, para tratar de persuadirnos de un sentimiento en particular, que pretendemos retener?

¿Qué hay de lo que nuestro organismo esta pretendiento dar cuenta, mediante este recurso?

Es un extraño fenomeno el que se produce en la mente. Tratar de colorear recuerdos y emociones, casi al punto de elevarlas al nivel de ensoñaciones mágicas e irrepetibles. Y es que en verdad cuesta calmarse en este punto. Crees que tienes todo bajo control ahi dentro, y un pequeño trozo del pasado se sigue colando al interior, siendo tan pequeño, pero produciendo una sombra enorme. Es quizas en estos momentos, cuando ha llegado la hora de sacar de una buena vez todos los sedimentos acumulados en el alma, para darle espacio a nuevas vivencias, y porque no, darle espacio a nuestro ser para que pueda renacer. Aferrarse a los recuerdos, es simplemente engañarse a si mismo en el presente. Hay que hacer como Belerofonte, y afrontar nuestros miedos, a la cara, sin temor, para que finalmente desaparezcan como la Quimera.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Origen

¿Como puede alguien ser original, si partimos de la base de ser no mas que un reciclado de los genes de nuestros padres? Una replica, un remix. Traemos toda la materia prima de nuestros ancestros encima (y quien sabe que mas), reciclada una y otra vez, presente en cada uno de los cromosomas, las células, los átomos. Las enfermedades, los pesares, su dolor, sus alegrías.-

Y es esa esencia la que ha buscado replicarse una y otra vez, de manera enfermiza, pero, ¿Buscando que? ¿Qué buscamos cuando nuestro instinto nos pide estar y quedarnos con otra persona, para formar algo en el tiempo? ¿Convivir?¿Amar? ¿Conocer el placer, para luego conocer el dolor de la perdida?

Es una pregunta bastante compleja, conocer cuales son los misteriosos procesos químicos, que gobernados por alguna fuerza cósmica de complejo entendimiento, nos impulsa a buscar la compañía, aquella en la que suponemos, encontraremos y experimentaremos el amor.

 ¿Pero que es el amor en si? ¿Una leyenda? ¿Algo así como la mítica piedra filosofal? ¿Que existe en aquella necesidad de experimentar un estado casi alterado de conciencia, como es perdernos en el otro?¿Qué hay dentro de ese dolor que sentimos frente a la perdida de la pareja?

Desconozco si he experimentado hasta este momento de mi vida, algún sentimiento mas abrumador que mi última experiencia amorosa. Cuando hablo de "abrumadora", no me refiero en el sentido negativo, que por cierto existió, sino en la cantidad de sensaciones que me permitió experimentar en un plazo tan breve. Parece casi increíble que toda la pasión desarrollada al interior de una relación, desaparezca para solo convertirse en un cálido recuerdo. Se me viene a la cabeza una película que no recuerdo el nombre, y que trataba sobre donde se iba el amor, una vez que las parejas se separaban por diversos motivos. Esa energía que existía y manaba de la unión de ambos, simplemente se reciclaba en alguna parte del cosmos. La cinta daba a entender que finalmente, cada una de las vivencias que pasábamos en nuestras vidas, eran finalmente encontrarnos en el otro, pero primero, para que eso ocurriese, teníamos que amarnos, mas allá de todo ego.

Quien sabe a ciencia cierta cual es el origen o el final del amor, si es que este, termina realmente alguna vez o comienza alguna vez.

jueves, 16 de abril de 2015

Viaje al pasado

Hay una pelicula en particular, que habla un poco acerca de la imposibilidad de evitar el futuro. Que lo que tenga que pasar, va a pasar no importa como. 

El viaje al pasado poco o nada puede evitar, salvo retrasar lo inevitable.

Hoy pensaba en esa posibilidad... ¿Qué pasaría si pudiera cambiar cada uno de los acontecimientos que ocurrieron en mi vida? ¿Sería hoy una persona diferente, peor o mejor en algún sentido? ¿Podría retener la tan anhelada felicidad?

En verdad -  y luego de meditarlo un rato- no creo que las cosas fueran distintas si pudiera tener esa posibilidad. Creo que de alguna manera, cuando somos incapaces de liberarnos del pasado, y tememos al futuro, este se replica mágicamente en todos los acontecimientos del presente de alguna u otra manera. A veces somos traicionados por nuestro deseo de controlar todos los acontecimientos, con la finalidad de evitar cometer errores, y en otras ocasiones, las situaciones no son suficientes para satisfacer los deseos que contiene nuestro interior. Mirar al pasado, pensando que aun tenemos poder sobre el abraza elementos de sufrimiento totalmente absurdos y observar al futuro con miedo, nos encierra en un circulo vicioso, en donde mucha gente esta encerrada hoy por hoy.-

Entiendo que muchas veces, buscamos a ciegas en otro, lo que en verdad no depende mas que de nuestra propia aceptación y a su vez, la aceptación del mundo. Un mundo cruel a veces, pero que hay que aceptar.

Creo que toda situación que me ha tocado vivir, ha sido de alguna forma gratificante. Hubo un tiempo en donde casi siempre era superado por las situaciones, tratando de ser el "salvador" . Un salvador que lamentablemente, debió haber medido las consecuencias de sus actos en el presente, antes de proyectarse hacia un futuro bastante oscuro.

Siento que de alguna forma, la pelicula tenia razón: es imposible pretender cambiar el futuro, si volvemos al pasado. Las cosas que ocurrieron, estaran ahi siempre, y aunque lo intentemos muchas veces, se repetira el futuro inevitablemente. Creo que hay que mantenerse en el presente, ya que es el unico lugar en donde podemos de alguna forma, tener poder y control sobre todo. Si podemos manejar el presente, y mantenerlo a salvo del pasado y el futuro, tendremos control absoluto de lo que conocemos como tiempo.

lunes, 23 de marzo de 2015

Epilogo

Hasta hace un poco tiempo, pensé que había leído todos los capitulos de aquel libro. Pero solo estaba siendo testigo del prologo. Ahi, aún permanecían retenidas todas las emociones, que no forman parte de esa historia. Sensaciones y emociones. Imagenes que solo existen en mi cabeza. Permanecen retenidas, liberando su efecto, aún despues de mucho tiempo. Quizas cuando ocurrieron, significaron algo importante, tal vez parte del camino que había que seguir necesariamente. El camino del aprendizaje, de las esperanzas. Hoy se olvidan y pierden completamente el significado que alguna vez tuvieron, como si hubieran sido parte de un sueño. 

Dejé de confiar en el tiempo, porque cada uno de los parrafos del libro, eran de un tenor engañoso. Cada uno de los actores que permanecían en el guión, estaban cubiertos por muchas facetas, que finalmente hacían irreconocible su bando. No entendía muy bien, pero a veces estaba en medio de la oscuridad, cuando los puñales se enterraban con firmeza en mi cuerpo, tratando de entender el porque. Tendido sobre el piso, me convertí en un ser ciego y furioso, que trataba de dar alaridos al cielo, pretendiendo que Dios me escuchara alguna vez. Pero no tenia sentido. Aquellos gritos llegaban tarde. Aquella plegaria ya se había consumido mucho antes de que me hubiera dado cuenta.
Todo lo que queda hoy, es una brecha recorrida de la que poco recuerdo. En donde no existe claridad de cuando, o en que momento, todos los pilares de mi alma cayeron sobre mi.

Hoy estoy en paz. Miro las ruinas con la tranquilidad de haber querido jugar a ser el mismo Dios sordo que jamás me escucho. Me impulso a caminar de nuevo sobre la senda que escogí, dejando de lado aquel libro, para que otro pueda comenzar a entender sus páginas.

Mi error sin duda, fue ser el actor del epilogo, de una novela que había terminado apenas comencé a leer.


miércoles, 25 de febrero de 2015

Extrañar



 ¿Qué extrañas hoy en tu vida? ¿Situaciones, personas, cosas? Un inevitable sentimiento producido por el apego, Extrañar. Hoy por hoy, la gente ha desarrollado una inevitable práctica, que le produce diversas complicaciones en su vida diaria.

 Nuestros pensamientos comienzan a jugarnos malas pasadas, y a veces el “Extrañar” se convierte en un ciclo reiterativo, del que parece no podremos salir nunca.

Sobre la palabra, su definición dice lo siguiente:
Echar de menos a alguna persona o cosa o Notar la novedad de algo por no estar acostumbrado a ello.


Usualmente el sentimiento de extrañar, es precedido por un manto de tristeza, y vacío. Comienza en ese momento una serie de fenómenos mentales, que se traducen en preguntas sin respuesta (¿Por qué paso esto? ¿Por qué paso esto otro?), reminiscencias (Revivir una y otra vez selectivamente los recuerdos), y finalmente en muchos casos, sufrimiento sin final (La pérdida se sobrepone a cualquier posibilidad de curación). Sufrimiento que en la mayoría de las ocasiones, se convertirá en una pesada carga durante el tiempo en que no podamos asimilar el “dejar ir”.


Extrañar, echar de menos. Sin darnos cuenta, en algún momento nos volvimos dependientes de situaciones, personas o cosas para poder funcionar de manera normal.  Desconozco a ciencia cierta, si este sentimiento es una respuesta normal del ser humano como especie, o fue algo que comenzamos a desarrollar en la medida en que nuestra conciencia se fue asentando en el cerebro. Nuestro organismo – casi automáticamente-  se ve seriamente afectado mientras dure el proceso. Puede ser algo muy pequeño, casi imperceptible, pero los efectos en el largo plazo, se presentan como evidentes desordenes de salud, tanto física como mental. Pérdida de peso, enfermedades de diversa índole, depresiones e incluso sicosis. 

Esta situación que hemos escogido vivir, tiene una finalidad: despertar del letargo ilusorio al que nos hemos sometidos de forma voluntaria.
No satanizaré el “Extrañar”, creo que en algunas situaciones, se justifica, pero como un aprendizaje. Un aprendizaje necesario en esta vida en donde debemos comprender que nadie es de nadie. Donde necesariamente, debemos aprender a saborear cada uno de los momentos, en el presente, y no alimentarnos del pasado, que ya no volverá.

jueves, 19 de febrero de 2015

El Ataúd



Se despertó como todas las noches, tratando de distinguir si estaba dentro de un sueño, o una pesadilla. La oscuridad lo engullía con facilidad, mientras los latidos de su corazón se aceleraban con prisa. El despertador sonó como costumbre a las 3 de la mañana. 

Trató de reincorporarse difícilmente a la realidad, entre una mezcla de sollozos y agitada respiración. Le zumbaban molestamente los oídos y un sentimiento indescriptible se instalaba en su pecho. Lo conocía, sabía que era, pues no era la primera vez que lo experimentaba, pero en esta ocasión tenía una percepción diferente de él.

Muchas veces, durante incontables meses repitió esta rutina. Cada vez que despertaba, añoraba poder abrazar a alguien en medio de esa oscuridad, alguien que pudiera protegerlo de aquella siniestra canción de muerte nocturna que lo atormentaba, la misma que ahora penetraba lentamente en su pecho y lo llenaba de angustia y aflicción. Estaba solo. Ya no había nadie ahí para él.

Puso atención en aquella voz interior, a aquel gemido, a aquel sentimiento de aflicción.
Por unos minutos, logro callar los demonios que despertaban a esa hora en su cabeza, los que se afanaban a entonar un coro ciclico y destructivo, que debía alimentarse del pasado, de la perdida. De concentrarse en el dolor.

En medio del silencio trato de resolver el enigma oculto de aquella inconsciente liturgia de alborada.

Un escalofrío recorrió su cuerpo., mientras perplejo, descubría la realidad.

Quien clamaba en la profundidad, era el mismo, enterrado en aquel ataúd que creía sería su cuerpo. Su vida, sus anhelos, sus expectativas. Todo había cambiado. Pero aún se aferraba con fuerza, casi demencial, a lo que ya no estaba más.

No era necesario estar muerto, para estar enterrado en vida. Eso fue lo que aprendio aquella noche, mientras los demonios miraban con recelo, como su catedral nocturna, se había derrumbado.




miércoles, 11 de febrero de 2015

Errores # 1



¿Qué es lo que había sucedido? ¿Había cometido un error en pedir ayuda a quien amaba? ¿Por qué obtuvo en cambio, una sórdida respuesta a su solicitud? ¿Por qué tenía una muralla de indiferencia en frente? ¿Tenía que sobre eso, soportar aquel castigo que significaba que lo abandonaran, sin mediar palabra alguna? ¿Cómo tendría que haber reaccionado? ¿Amablemente? ¿Humildemente? ¿Humillarse?

 El sentido común indicaba que en ese preciso momento, debió haber terminado con todo. Es decir, ¿De que servía convivir con una persona que no estaba dispuesta a ser una compañera, sino una carga? Una persona que mantenía las puertas cerradas de su mundo, mientras el trataban de comprender una y otra vez que era lo que había hecho mal. La quería más que a nada, se había convertido en su amor ideal.Pero también en una quimera.

Pero perdió el control, y pensó que vaciar su furia en contra, sería una manera de liberarse. Lamentablemente, esa estrategia no tenía sentido: La otra persona estaba cubierta por un manto de indiferencia de la que ya había hecho gala en situaciones anteriores. Finalmente el volcar toda la rabia, solo le significo hundirse en un inexplicable sentimiento de culpa, que tenía solución únicamente en recuperarla a como diera lugar. La única verdad es que se sentía tan solo y dolido, que no soportaba tener que vivir nuevamente la soledad.
¿Recuperarla? ¿A qué precio? ¿Qué había hecho tan malo durante todo ese tiempo para que ni siquiera hubiera existido un ápice de cordura en aquel conflicto en donde se encontraba?

¿Por qué no simplemente todo pudo haberse solucionado con un dialogo sincero entre las partes? ¿Por qué tuvo que abandonarlo, colocando el orgullo por sobre todo lo que significaba aquello para ambos?

Pidió perdón, y solo consiguió alimentar a aquel ser egoísta que tenía al lado, quien además de haberse comportado indiferentemente frente a su dolor, agregó una serie de condiciones para volver a estar a su lado. Eso incluía incluso, dejar de lado a sus amistades, someterse a una vida a su lado, sin futuro, sin poder siquiera atreverse a exigir algo. Estaba sin control, y aún no se explicaba por qué aceptó vivir todo ese proceso. Pero lo aceptó. 

Pasó el tiempo, y el ciclo se reiteró en innumerables ocasiones. Y cada vez el dolor se iba agigantando en su interior. La otra persona nunca preguntó por él. Nunca le interesó. Solo tenía claro que tenía un súbdito al que podía doblegar a su antojo,  al que odiaba y quería. Pero no era más que una carta descartable dentro de las múltiples opciones que se le ofrecían constantemente. 

Hasta que un día, todo ese sufrimiento que había experimentado, hizo cortocircuito en su cabeza. La otra persona finalmente se alejó por una última vez, sin siquiera dirigirle la palabra. Nada había cambiado, desde la primera vez.

¿Qué había en la cabeza de la otra persona, aparte del odio, y el dolor? ¿Qué había detrás de ese ciclo que se repetia una y otra vez?  

Solo había algo claro, la absoluta responsabilidad de prolongar su sufrimiento, no dependía más que de él.