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miércoles, 11 de marzo de 2015

Costumbre



"Hay muchas personas que adquieren la costumbre de ser infelices." 

- George Eliot.

Cuando te vi, y te quedaste mirándome, siempre supe que había un error en todo esto. Bajabas la escalera del subterráneo, con una mirada tímida, pero amenazante.Vestida como me gustaba. Y así fue como luego, ahogados en alcohol durante aquella noche, terminamos abrazados y me besaste. ¿Quién lo diría? Probablemente una suerte de interés – pensé- , o alguna forma macabra de hacerme caer en terrenos que desconocía. Desconfié. Desconfíe pero me gustaba lo que me hacías sentir. Me hiciste sentir vivo, en el momento en que estaba muerto, aún sangrando por las heridas del pasado y temeroso por las heridas que habría de sufrir en el futuro. Me hiciste sentir vivo de nuevo, a pesar de que cargabas con las heridas abiertas del pasado que nunca enfrentaste.

Violente mis leyes sagradas. Me proyecté más allá de lo que había pensado hasta ese entonces. Seguí bebiendo de tus labios, una y otra vez, aunque cada vez que lo hacía, me encontraba espinas, espinas que me hacían sangrar. 

Cada vez que nuestros cuerpos se unían, había algo que estaba oculto, abrazado de culpa y dolor, de lágrimas y temores. Pero me acostumbré también. Me acostumbré a sangrar, a pasar frio, a echarme hacia un lado, a llorar en la oscuridad. Me acostumbre a esperarte, a callar lo que realmente sentía. Me acostumbre a que el silencio dijera lo que en realidad quería decir. Me acostumbré a mirarte como un intruso mira a su víctima antes de atacar.

Me acostumbre a sentirte como un objeto, más que una persona, en el último tiempo, mientras te alejabas. Me acostumbré a sentirte más como una prisionera que quiere huir en cualquier momento, que alguien que estaba por su propia voluntad. Me acostumbre a vivir con alguien que jamás abrió sus puertas, y que sabía demasiado de mí. Me acostumbré a tus abrazos y tus besos, y a la poesía que a veces cantabas en silencio. A esas sonrisas de medianoche, y esos trasnochados encuentros. Tu tiempo, fue valioso, más que cualquier pertenencia de este mundo que el dinero pueda comprar. Son las pertenencias que jamás tendré que devolverte y me alegro de eso.







miércoles, 25 de febrero de 2015

Extrañar



 ¿Qué extrañas hoy en tu vida? ¿Situaciones, personas, cosas? Un inevitable sentimiento producido por el apego, Extrañar. Hoy por hoy, la gente ha desarrollado una inevitable práctica, que le produce diversas complicaciones en su vida diaria.

 Nuestros pensamientos comienzan a jugarnos malas pasadas, y a veces el “Extrañar” se convierte en un ciclo reiterativo, del que parece no podremos salir nunca.

Sobre la palabra, su definición dice lo siguiente:
Echar de menos a alguna persona o cosa o Notar la novedad de algo por no estar acostumbrado a ello.


Usualmente el sentimiento de extrañar, es precedido por un manto de tristeza, y vacío. Comienza en ese momento una serie de fenómenos mentales, que se traducen en preguntas sin respuesta (¿Por qué paso esto? ¿Por qué paso esto otro?), reminiscencias (Revivir una y otra vez selectivamente los recuerdos), y finalmente en muchos casos, sufrimiento sin final (La pérdida se sobrepone a cualquier posibilidad de curación). Sufrimiento que en la mayoría de las ocasiones, se convertirá en una pesada carga durante el tiempo en que no podamos asimilar el “dejar ir”.


Extrañar, echar de menos. Sin darnos cuenta, en algún momento nos volvimos dependientes de situaciones, personas o cosas para poder funcionar de manera normal.  Desconozco a ciencia cierta, si este sentimiento es una respuesta normal del ser humano como especie, o fue algo que comenzamos a desarrollar en la medida en que nuestra conciencia se fue asentando en el cerebro. Nuestro organismo – casi automáticamente-  se ve seriamente afectado mientras dure el proceso. Puede ser algo muy pequeño, casi imperceptible, pero los efectos en el largo plazo, se presentan como evidentes desordenes de salud, tanto física como mental. Pérdida de peso, enfermedades de diversa índole, depresiones e incluso sicosis. 

Esta situación que hemos escogido vivir, tiene una finalidad: despertar del letargo ilusorio al que nos hemos sometidos de forma voluntaria.
No satanizaré el “Extrañar”, creo que en algunas situaciones, se justifica, pero como un aprendizaje. Un aprendizaje necesario en esta vida en donde debemos comprender que nadie es de nadie. Donde necesariamente, debemos aprender a saborear cada uno de los momentos, en el presente, y no alimentarnos del pasado, que ya no volverá.

martes, 10 de febrero de 2015

500 Days of Summer (¿500 días con ella?)



500 Días… ¿Con ella? (500 Days of Summer)
 
“Tom  (Interpretado por Joseph Gordon-Levitt) es un joven arquitecto, dedicado a un rutinario trabajo como escritor de tarjetas de felicitación, viviendo una vida sin mayores sobresaltos, hasta que un día aparece en su trabajo,  la joven Summer Finn (Zooey Deschanel), una atractiva chica, hija de padres divorciados. Tom se enamora rápidamente de Summer, con quien comienza un romance idílico, que abruptamente, le hará reestructurar su manera de pensar sobre el amor verdadero”.

Es curioso lo que significo esta película para mucha gente. Personalmente, escuché mucho de ella durante un tiempo, pero jamás me interesó verla.  Un día sin embargo, decidí echarle un vistazo, para comprobar algunos mitos que circulaban en internet de ella (El odio a la protagonista por ejemplo) y salir de dudas. 

 Me quedo claro al final de cinta, porque la mayoría termino odiando a la protagonista femenina, pero lo que más me llamo la atención, fue que muy pocos repararon en la conducta del protagonista de la cinta y el mensaje que pretendía entregar la película desde un principio: “Esto es una historia de chico conoce a chica. Pero más vale que sepas de entrada que no es una historia de amor“. Definitivamente 500 Days of Summer no es una cinta de amor ni romanticismo, sino más bien, todo lo contrario: es una historia de desamor. Es más bien una advertencia a brazo alzado, sobre todo para el público masculino.

A continuación algunos spoilers mayores de la cinta (si no la has visto,  deja de leer!)

Si bien la película tiende a presentar como hilo principal, como transcurre la historia de Tom, enamorado de Summer, la cinta se enfoca precisamente, en las desventuras que tuvo que experimentar una vez acabo su relación. Como tuvo que volver a enfocarse en sí mismo, ser leal a sus proyectos, luchar contra el sufrimiento de darse cuenta, que el único que se “engancho” en la relación fue el.  Expectativas versus la realidad. Despertar amargamente de toda aquella fábula que inventó en su cabeza respecto a la chica de sus sueños.

Que quede claro, que no tengo nada en contra de la protagonista: Summer nunca tuvo nada claro respecto a lo que deseaba en la vida. En cada película y libro que compartieron con Tom, veía con nostalgia algo que no podría alcanzar jamás con Él. Es por eso que en el tiempo, Tom no fue más que un medio para “no estar sola” mientras aparecía aquel ser que supuestamente la haría feliz. 

Es por eso que su relación pasó a ser algo sin mayor importancia y que cuando llegó el momento descartó sin más, agregando por cierto el hecho de que Tom le facilito el duelo durante un buen tiempo del metraje de la cinta. Fue precisamente por eso que al cabo de un escaso tiempo, Summer pudo sentirse completamente segura de tomar la decisión de casarse. Tom le había ayudado sin querer, a posicionarse ante su nueva pareja sin dolor alguno, ni sentirse sola. ¡Felicidades Tom! 

Debo admitir que de alguna manera, me sentí identificado con el personaje. Pero aunque parezca cruel, la vida es así de determinante en lo que respecta a relaciones. No necesariamente la gente busca relacionarse para estar feliz, sino que para ocultar el inmenso dolor que ocultan en sus corazones.

Bueno, al terminar el metraje, me pregunté ¿Y qué pasaría con Tom? Pues es claro que entendió completamente la moraleja al final de la cinta: “Tom finalmente aprendió que no existen los milagros. No existe tal cosa llamada destino. Nada está destinado a ser. Él lo sabía. Estaba seguro de ello ahora.

-Mi nombre es Tom.
-Encantada de conocerte. Yo soy Autumn.”

Después del verano, siempre llega el Otoño.