lunes, 23 de marzo de 2015

Epilogo

Hasta hace un poco tiempo, pensé que había leído todos los capitulos de aquel libro. Pero solo estaba siendo testigo del prologo. Ahi, aún permanecían retenidas todas las emociones, que no forman parte de esa historia. Sensaciones y emociones. Imagenes que solo existen en mi cabeza. Permanecen retenidas, liberando su efecto, aún despues de mucho tiempo. Quizas cuando ocurrieron, significaron algo importante, tal vez parte del camino que había que seguir necesariamente. El camino del aprendizaje, de las esperanzas. Hoy se olvidan y pierden completamente el significado que alguna vez tuvieron, como si hubieran sido parte de un sueño. 

Dejé de confiar en el tiempo, porque cada uno de los parrafos del libro, eran de un tenor engañoso. Cada uno de los actores que permanecían en el guión, estaban cubiertos por muchas facetas, que finalmente hacían irreconocible su bando. No entendía muy bien, pero a veces estaba en medio de la oscuridad, cuando los puñales se enterraban con firmeza en mi cuerpo, tratando de entender el porque. Tendido sobre el piso, me convertí en un ser ciego y furioso, que trataba de dar alaridos al cielo, pretendiendo que Dios me escuchara alguna vez. Pero no tenia sentido. Aquellos gritos llegaban tarde. Aquella plegaria ya se había consumido mucho antes de que me hubiera dado cuenta.
Todo lo que queda hoy, es una brecha recorrida de la que poco recuerdo. En donde no existe claridad de cuando, o en que momento, todos los pilares de mi alma cayeron sobre mi.

Hoy estoy en paz. Miro las ruinas con la tranquilidad de haber querido jugar a ser el mismo Dios sordo que jamás me escucho. Me impulso a caminar de nuevo sobre la senda que escogí, dejando de lado aquel libro, para que otro pueda comenzar a entender sus páginas.

Mi error sin duda, fue ser el actor del epilogo, de una novela que había terminado apenas comencé a leer.


No hay comentarios:

Publicar un comentario