lunes, 2 de febrero de 2015

La peligrosa Adicción

Cualquiera pensaría que la adicción solo es una palabra que le cae a los drogadictos, o enfermos de cualquier especie. Sin embargo, la adicción también a aplica a la forma de relacionarnos con las personas. Necesariamente, es importante que podamos analizar nuestras relaciones durante el tiempo, para descubrir cuales han sido las fuentes que han generado los problemas.

No estoy hablando de limitarse a establecer un vinculo con alguien, por el contrario. Hablo de sanear los vinculos que podamos tener con las personas, evitando primeramente la dependecia y la contaminación afectiva. Es primordial entender que al generar un nivel de adicción a cierto tipo de relacion sentimental, nos veremos en un caso muy similar al que un adicto a alguna droga, debe enfrentarse si pretende dejar su adicción. 

En estos casos, no existe la terapia de choque. La cosa es simple: Contacto 0.

No hay grises, ni intentos, ni terceras ni cuartas o quintas oportunidades, ni siquiera pensar en el termino de "amistades por conveniencia". Cuando aún sufrimos por la persona, definitivamente, debemos encontrar primero, cual es el verdadero origen de este apego enfermizo. Es probable que nos demos cuenta con asombro, que la adicción viene principalmente de nuestro miedo a enfrentar la soledad, que dervia en la incapacidad de relacionarnos con alguien "emocionalmente estable".

Curiosamente la gente que tiene problemas emocionales, tiene a buscar a los de su especie, constantemente. Un rito que se repite cada cierto tiempo, con muchos heridos, y muertos en algunas ocasiones. 

Una muy buena técnica para superar la adicción, es poder liberarse de vinculos, tanto directos como indirectos. Llega el momento, primero que todo, de enfrentarnos a nosotros mismos. ¿Qué hay dentro de nosotros que nos impulsa a relacionarnos con gente emocionalmente inestable? Es una buena pregunta para empezar. Quizas incluso, nos podemos dar cuenta que la respuesta a veces puede ser totalmente opuesta a lo que pensamos. Un adicto afectivo, finalmente no requiere el vinculo para sentirse bien, sino que todo lo contrario: Necesita sentir una suerte de "castigo"; generar un ciclo de amor y daño. NI las terapias, ni los libros de autoayuda sirven, sino estamos dispuestos a observar dentro de nosotros, tolerarnos, y aprender que para poder relacionarnos sanamente con alguien, primero debemos relacionarnos de la mejor manera con nosotros mismos.

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