martes, 17 de mayo de 2016

Entre Canibales


“Entre caníbales, el dolor es veneno, nena. Y no lo sentirás hasta el fin, mientras te muevas lento y jadees el nombre,  que mata... Ah, come de mí, come de mi carne ah, entre caníbales.”
El difunto vocalista de la banda argentina Soda Stereo,  Gustavo Cerati, graficó en 1990 una compleja idea sobre el amor en la canción “Entre Caníbales”, presente en el disco “Canción Animal”.  Alejada totalmente de la balada popular, tomaba conceptos bastante abstractos para la agitada última década del milenio.

Es complejo pensar  en la contradicción de una sociedad que promueve la libertad en diferentes aspectos de la vida, pero que fracasa estrepitosamente al momento de cimentar en el inconsciente colectivo, la posibilidad de que el amor pueda ser una más de esas libertades. La sociedad en todo su conjunto, nos ha enseñado una idea del “mártir afectivo”, del sacrificio ilimitado, del suicidio romántico (Como si lo de Romeo y Julieta hubiese sido una buena idea) en nombre del amor. Anularse, cambiar, someterse a un vínculo caníbal angustiante, que no deja espacio para las libertades personales y que cual dios pagano, exige sacrificios en nombre de sí mismo. Vivir a través del otro y exterminar cualquier posibilidad más allá del vínculo (Si te mueres me muero, eres todo para mí, no puedo vivir sin ti, y un largo y doloroso etcétera), son sin duda el resultado de una irresponsable interpretación del vínculo a todo nivel. 

A pesar de vivir en una sociedad virtualmente híper comunicada, poco nos comunicamos. Nuestras relaciones se han vuelto con mayor frecuencia, ciclos altamente destructivos, y gracias al aumento de las redes sociales, y los medios de comunicación, se han externalizado en situaciones superficiales, y solo movidas por el deseo. Como si fuesen un bien de consumo más. Toda esta “materialización del amor caníbal”, produce en el corto o mediano plazo, rompimientos que no solo alcanzan a los involucrados directamente, sino que también a aquellos que forman parte del círculo cercano (Amigos, familiares, inclusos mascotas). Y en el peor de los casos, estas relaciones Caníbales, no toleran la idea de perder, acercándonos peligrosamente a la violencia.

Claramente, un vínculo sano entre dos personas, debe ser posible gracias a una serie de elementos que nos permitan crecer junto a nuestra pareja. No debe se debe transar la individualidad, los principios. Podemos seguir aprendiendo, seguir conociendo, seguir incrementando las cosas en común, cumplir los sueños y metas personales, sin dejar de amar. No hay que “Amar para perderse” como decía Hermann Hesse, hay que “Amar para encontrarse”. Pero hay que tener cuidado con amar “Entre Caníbales”, pues el riesgo es ser devorado.

lunes, 16 de mayo de 2016

Una Copa de Más



“El amor es como el vino, y como el vino también, a unos reconforta y a otros destroza.”

La frase anterior, propiedad del escritor austriaco Stefan Zweig, hace una comparación entre las virtudes del alcohol y  los efectos del amor en las personas. No es casualidad que la relación con las espirituosas bebidas alcohólicas, tenga mucha similitud con nuestra relación con las personas.  Hay gente que jamás ha bebido una gota de alcohol, y sin embargo, se han convertido en alcohólicos emocionales, presos de relaciones obsesivas. Relaciones en las que pierden la dignidad y sufren daños irreparables a nivel físico y emocional.

Una Copa de Más

Negar que los efluvios mágicos de una copa de vino -consumida responsablemente- nos puedan llevar a experimentar placenteras sensaciones, sería negar que el amor a veces nos haga sentir más cerca del cielo que de la tierra. Ambos efectos podrían ser descritos como la “locura voluntaria” de la que habla Séneca. Y si bien el enamoramiento en algunas personas,  comparte muchas características con  el consumo de bebidas alcohólicas, esta relación siempre  camina en el delgado hilo que separa el placer de la adicción.

¿Qué ocurre cuando nuestros sentidos sucumben ante la adicción del alcohol? 

Pues algo muy similar cuando sucumben ante el efecto de un enamoramiento desenfrenado. Rápidamente, las maravillas se transforman en la peor pesadilla para nuestra salud. El sabor aterciopelado del alcohol, es reemplazado por el repugnante tufo del vomito saliendo de nuestra boca. La resaca danzante como el infierno en nuestra cabeza. Y aunque muchos conozcan  los resultados desastrosos de la ingesta en exceso, vuelven una y otra vez a repetir el amargo espectáculo de la borrachera.

Una relación amorosa, carente de responsabilidad, puede llevarnos a tener una “resaca emocional” de impensadas consecuencias. Es una buena razón conocer nuestros límites, porque lo que nos jugamos en una relación inconsciente o en piloto automático, es nuestra dignidad, lo que somos y lo que nos define. Un juego peligroso. Una ruleta rusa apuntando directamente a nuestra sien, en donde el resultado es perder. Una conducta obsesiva, que nada tiene que envidiarle al alcoholismo.

¿Y cómo se puedo ser responsable en una relación? 

Conozca sus límites.

Nunca ponga en tela de juicio su dignidad como persona. Ponga la alerta. No confunda las cosas. Vivimos en una sociedad que le ha dado propiedades mágicas al enamoramiento y por lo tanto, al idealizar exageradamente a las personas. Ponga los pies en la tierra. Ponga a su pareja en la tierra. Nos relacionamos con personas. Con sus defectos y virtudes.  No se aferre al dolor con normalidad.  Cuando una relación le impide funcionar bien como persona, es el momento adecuado para buscar ayuda y replantearse el vínculo. Amar es una decisión. Pero cuando se transforma en una obsesión, no hay nada que la diferencie del alcoholismo.
En este escenario, es muy común toparse con psicópatas y narcisos, quienes pueden aprovecharse hábilmente de personas susceptibles a conductas obsesivas, para poder obtener jugosos dividendos. Por eso es necesario poder revisar constantemente, nuestros valores y principios, sobre todo el principal, que es la autoestima, el valor propio. (y no el ego como muchos afirman). Ellos serán pilares fundamentales en situaciones de riesgo. Recuerde que el  principal riesgo es perderse uno mismo en conductas altamente destructivas. Y si el amor con ciertos personajes, significa destruirse en el proceso, es mejor estar solo.

martes, 15 de marzo de 2016

Porque la mentira, se convierte en verdad

La oscuridad lo iba devorando como un animal hambriento, a medida que sus pasos comenzaban a fundirse con el vetusto concreto. Y a medida que avanzaba, a sus espaldas el crepúsculo carmesí, mordiéndole los talones le indicaba que definitivamente sería una noche diferente. 

El traje ajustado, no aislaba el viento que soplaba y jugueteaba con los papeles esparcidos por doquier. La única manera de aminorar esa sensación casi punzante, era seguir caminando sin rumbo, hasta en algún momento desaparecer.

Había alguien tras de él. Eso se podía percibir desde el primer momento en que puso los pies sobre la acera; y aunque el sentimiento de soledad,  se hacía abrumador, cada paso que daba, era iluminado mágicamente. Aquellos pequeños destellos de luz, eran sino una esperanza con sabor amargo, porque sabía que todo lo que experimentaba, no era más que un ardid. Alguien había jugado con su amor, solo con la idea de perjudicarle.

¿Quién podría  planear de manera tan maquiavélica, una trampa en la que el amor fuese el cebo principal?

 ¿Cómo escapar de una trampa que no solo dañaba el cuerpo, sino que el alma?

Sonaba como una locura quizás. Yo sé que debes pensar lo mismo. Pero lo que te digo es verdad. Después de tanto tiempo, ahí estaba Billie Jean, esperándome con un bebé en brazos.

Solo tengo claro algo.

El Chico no es mío.


viernes, 12 de febrero de 2016

Tarot



Probablemente estaban ciegos. Y sí, también es sabido que el amor es ciego.
¿Será ese dicho una macabra alegoría sobre los resultados de toda relación con el pasar del tiempo? Nadie lo sabe. Ni siquiera las culturas ancestrales pudieron encontrar la respuesta a aquel misterioso sentimiento que nace entre dos personas.

Pero no lo cite el día de hoy para hacer un resumen de esto.

No, para nada, simplemente tenía la finalidad de poder conversar con usted, sin las interrupciones propias de su trabajo, y también para acaparar toda su atención.

-          ¿Hay algún motivo en especial para tanta preparación?
-          Ah, bueno, la verdad es que, en parte sí. ¿Recuerda esa vez que nos reunimos en un viejo café del barrio patrimonial, para jugar con los arcanos y develar el porvenir?
-          Lo recuerdo claramente. Incluso puede que recuerde hasta las cartas que aparecieron en esa ocasión. Déjeme ver… probablemente serían El Colgado, la Estrella y el Emperador. ¡Qué tiempos aquellos!
-          ¡Qué buena memoria! Creo que yo no me hubiera acordado de ninguna.
-          Soy bueno recordando algunas cosas. Sobre todo ese tipo de cosas. Pero bueno, ¿su tema tiene que ver acaso, con una lectura de Tarot?
-          En parte. Yo no soy mucho de las artes que deparan el porvenir, y eso usted lo sabe de sobra. Soy más amigo del libre albedrío, que de un destino escrito por algún dios caprichoso.
-          Pues no miremos el porvenir entonces, porque eso se escribe desde este preciso instante, con cada una de las decisiones que usted escoja para su vida. Pueden ser acertadas, o simplemente errores. Lo único claro, es que existen ciertas cosas que podemos manejar en nuestra vida; actitudes, acciones determinadas, pero hay factores que no podemos controlar, y para eso, este tema de las cartas es una buena guía.
-          Comprendo. Pues dígame entonces, ¿Qué hay del amor para este pobre hombre, defraudado? ¿Ella me quiere aún?
-          Voy a serle franco antes de empezar. Y sin sacar un solo arcano de la funda. La respuesta es un definitivo NO.
-          ¿Pero por qué lo dice? Ni siquiera hemos revisado…
-          No se trata de eso. Amor es o no es. Cuando hay una duda, o pretende usted cambiar algo, ya se acabó todo lo que tenía que hacer en ese lugar. Las personas que entran a nuestra vida, y que en verdad generan cambios positivos en nuestro interior, no son quienes hacemos calzar a la fuerza. Ese tipo de personas, usualmente suele provocarnos una agonía que se extiende por años. Algunas veces, caótica, y otras veces en silencio. Pero siempre por propia elección. Si usted me pregunta eso, probablemente yo debería preguntarle si usted mismo, se quiere tanto, que no requiere a alguien a su lado para estar feliz.

martes, 2 de febrero de 2016

Sesion # 1

- Por favor, tome asiento. Digame usted, ¿Qué lo trae para acá?

-No se como explicarlo en realidad. Esta es tercera o cuarta vez que asisto a un psicólogo, y no siento que mi patología tenga alguna evolucion. Me siento como si tuviera que pagarle a alguien para que me escuche, y simplemente me haga rellenar tests y encuestas, o tratar de cumplir algún patrón determinado de conducta, con la finalidad de poder ser alguien totalmente diferente, al menos mentalmente
.
- Por lo que me deja escuchar, al parecer sus anteriores experiencias, no han sido satisfactorias. Pero no fué esa mi pregunta, yo solo quiero saber que es lo que lo trae por acá...

- Siento que veo mi vida por la vereda contraria... ¿Suena raro , verdad? Es decir, es como si estuviera siendo un testigo de una realidad en la que no tengo ninguna injerencia. Es como si un piloto automático estuviera incrustado en mi subconsciente y me llevara de alguna manera a repetir ciertas conductas, pensamientos, formas de relacionarme. Es bastante complejo poder describir la situación, pero siento que de alguna manera, todo lo que soy hasta este momento, no soy yo. 

- ¿Siente problemas para relacionarse con la gente?

- Claramente. Siento que en muchas ocasiones soy un antisocial. Escucho a la gente hablar, pero es como si en verdad, trataran de decir otra cosa con sus palabras y sus actos. Me acerco a gente altamente destructiva, o con conductas que rayan en la defensa paranoica. Desde un punto de mi vida, esto se ha vuelto un patrón que se repite constantemente.

- Hummm, la verdad es que no puedo hacer mucho por usted...

- Gracias por su franqueza...

- No me malinterprete. Creo que sin quererlo, en esta conversacion, he descubierto que en realidad la persona que camina por el frente, es porque usted quiere que asi sea. Es decir, con solo escucharlo un par de minutos, ya llegue a esa conclusion. No se esta haciendo responsable de su vida, sino que piensa que todas y cada una de las situaciones que se le presentan, son problema del otro. Tengo sumamente claro, que su disociacion de personalidad, va de la mano con esa necesidad de reunirse con gente dañina.

- ¿Y entonces, cual sería la solución?

- Algo simple y certero. Si usted no quiere una situacion en particular en su vida, va a tener que luchar por cambiarla. Y en esa lucha muy pocos tienen exito, porque requiere disciplina y mucho amor propio. Para conseguir una meta es necesario mucho trabajo con uno mismo, porque siempre será mas facil declinar, que seguir adelante. Recuerde, el mundo es una cosa y simplemente es; con su naturaleza, pero lo que le pase a usted depende nada mas de usted, y de lo que realmente quiera modificar de su entorno...


continuara....

jueves, 28 de enero de 2016

Ya es muy tarde

Cuando volvio a encontrarsela, ella le dijo "ya es muy tarde". Y acto seguido, como una cruel obra teatral, ella termino de hundir el cuchillo de la indiferencia en su corazon con la frase "siempre te tendre cariño, pero no más que eso". Se dio media vuelta, pues la estaba esperando su nueva pareja. Se alejó lentamente, mientras dejaba atrás a su acongojada ex pareja. Habian pasado un mes separados.

Cuando se utiliza la expresión, ya es muy tarde, ¿Había un tiempo determinado para hacer las cosas? ¿Si asi es, cual es ese tiempo? ¿O la expresión es simplemente un berrinche enfermo para producir una herida en el otro, basada en la culpa y la resignación? 

Es curioso toparse una y otra vez con esta historia, en donde usualmente los involucrados jamás definieron realmente lo que querian, y terminan cubriendo sus heridas con vendajes que finalmente terminan infectando aún más sus corazones. Por que claro esta, alejarse de otro, sin siquiera ventilar los pensamientos, no tendrá jamás un buen resultado.

Imagine lo siguiente: 

Usted se acaba de caer de una bicicleta. Queda mal herido. Su bicicleta queda en mal estado.

Se pone de pie, y analiza su viaje hasta el momento. Se acaba de dar cuenta que estaba transitando por un camino irregular, quizás demasiado rápido, o bien, la bicicleta no era la correcta para lo sinuoso del camino. Todas esas conclusiones, las podrá obtener una vez que se detenga, cure sus heridas (que podrían ser muy profundas), y pueda ver el cuadro completo de su accidente. Tomara algo de tiempo, es cierto, pero ese tiempo le dará la seguridad para poder mejorar su forma de maniobrar, reparar su bicicleta, estar mas atento al camino, y ser más consciente del viaje, mejorar su salud, y tomar mas precauciones.

¿Pero que pasa si recien cayendose, usted no espera nada y se sube rapidamente a otra bicicleta? 

Ya no va a poder reconocer si sus problemas, eran producidos por el camino, o por usted mismo. Si venia herido, probablemente, sus heridas empeoren, quizas se agranden y probablemente, terminen generando problemas aun mayores. Si venia a una velocidad muy rapida, es probable que no pueda detenerse y atropelle a alguien en el camino.

Lo anterior es un simil con lo que hacen muchas personas al momento de acabar una relacion. Pretenden recuperar el tiempo perdido en una nueva relacion, dejando atras todo atisbo de dolor, cubriendo todo recuerdo con medidas desesperadas.

El tiempo es una medida que varia en todas las personas. Pero el tiempo para sanar y curar las heridas, es sin duda un periodo que debe ser manejado con cuidado. Es nuestra salud sentimental la que esta en juego. 

Siempre es bueno saber porque uno se cayó.

miércoles, 13 de enero de 2016

Sueño de una noche de Verano

- Me llamo la atención este titulo, haciendo referencia a una de las obras de Shakespeare...
- Lo de anoche, ciertamente, fue una pesadilla.
- ¿No sería mejor entonces, cambiar el titulo de la entrada por "Pesadilla de una noche de verano"?

- Ciertamente, pero quizás no atraería a nadie leerlo o contarle mi historia, o encontrarían este relato quizás un tanto sórdido.
- No entiendo como en tu cabeza, aun existan remanentes tan fuertes, de algunas experiencias. Tengo entendido que ese fenómeno, le sucede comúnmente a personas que han estado sometidas a stress, o experiencias realmente traumáticas, cosa que dudo en tu caso.
- En verdad, no sabría explicar lo que me lleva a esta aflicción. Existen varias teorías que se vienen a mi cabeza, pero la más escalofriante, incluye el que, sin querer, el inconsciente y el consciente, son entidades que funcionan por separado, y cuesta muchisimo ponerlas de acuerdo. En mi caso, si bien no es una experiencia traumática, o algo por el estilo, si es un pensamiento recurrente que me asalta una y otra vez. Como lo que te comentaba la vez anterior sobre la película "inception" y el no pensar en elefantes blancos. 
- Entiendo. Pero en virtud de los hechos, ¿Por que debería ser tan difícil para ti, liberarte de algunos pensamientos o ideas repetitivas?
- Supongo que lo que me falta por completar en mi vida "real", es el final. Quizás mi inconsciente aun siente pendiente alguna situación determinada, e insiste en tratar de retroceder una y otra vez en la búsqueda de una respuesta satisfactoria, que claramente, nunca va a llegar.
- Me recuerdas una experiencia que tuve hace algún tiempo. Yo tenia algo asi como 20 años, y estaba muy enamorado de una chica que conocí de una manera fortuita. Lamentablemente, con el pasar de los meses, ella decidio terminar la relación, para comenzar otra con un conocido. Debo decir que se convirtio en una pesada quimera, soportar esa visión. Y al igual que tu, los pensamientos repetitivos me invadian una y otra vez sin control. Hasta que la vi besandose con el otro chico...
- Ah, creo que no hay palabras para describir eso...
- Pues no las hay. Debo decir que eso me sumió en un profundo dolor, pero que con el tiempo, cauterizo muy rápidamente. Y obviamente se abrieron muchas mas puertas para mi hoy en día. Incluso, jamás pensé en volver a sentir las cosas que siento con mi mujer hoy en día. Pero en definitiva, ese episodio en particular, significo el "fin". Ese fue el "totem" al que me aferre para poder terminar toda esa inútil forma de relacionarme. Quizas lo que estas pasando hoy, en este preciso momento, no es mas que la necesidad de tu inconsciente de requerir una clara señal del fin, que quizás ya llego hace mucho y te encuentras sumergido en una suerte de "muerte asistida", una negación o algo por el estilo.
- Comprendo. Entonces, según lo que dices, ¿Sería bueno indagar hacia atrás nuevamente?
- Mas que indagar, revisa tus recuerdos, no vaya a ser que tu mente te este jugando una mala pasada, idealizando cosas que en realidad no fueron asi como suele suceder con las relaciones que acaban. Si todo era tan bueno, ¿Por que acabo? ¿Por que llegaste a esa decisión? ¿No será acaso un sentimiento de culpa al que te acostumbraron como un buen mono malabarista?
- ....
- A veces, uno cree que la idea se la plantó uno mismo en la cabeza. A veces, la idea procede de otro lado, como en la película... quizás alguien te ha hecho creer lo que crees.
- Tienes razon.