miércoles, 18 de mayo de 2016

Violencia Intrafamiliar: Crónica de una muerte anunciada



No es la primera vez, que hemos sido testigos impávidos de la violencia intrafamiliar, ejercida tanto por hombres y  mujeres, presos de relaciones tóxicas y enfermas. Ya en el año 2013, un hombre bajo un ataque de celos, había sacado los ojos a su ex pareja, para luego ser abatido a tiros por la policía. El año siguiente, la opinión pública se estremecía ante el caso de una mujer víctima de maltrato que asesinó, descuartizó y cocinó a su pareja
El perturbador ataque de los últimos días a una mujer en mujer en Coyhaique (Localidad del Sur de Chile), que terminó con la victima sin ojos,  en riesgo vital, vuelve nuevamente a remecer a una sociedad, que solo reacciona mediante la búsqueda de culpables, y no en solucionar el tema de fondo.

Y aunque existan importantes campañas en redes sociales, y medios de comunicación, intentando concientizar a las posibles víctimas (Según la última Encuesta Nacional de Victimización por Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales 2012, un 31,9% de las mujeres entre 15 y 65 años, declara haber sufrido alguna forma de violencia por algún familiar, pareja o ex pareja, alguna vez en su vida. El 74% de ellas indica que la recibió de parte de su pareja o ex pareja) y que cada incidente haya duplicado el impacto en la opinión pública, el esfuerzo parece ser estéril. Los crímenes son cada vez más horrendos, y poco y nada podemos hacer para detener la escalada de violencia instaurada en muchas relaciones.

Vivimos en una sociedad enferma. Y como buenos enfermos, uno de esos síntomas, es precisamente la violencia desmedida. Violencia producto de la frustración. Frustración de vivir en un medio materialista, que habla de propiedades y derechos, pero que deja mucho que desear sobre el respeto y la dignidad.

 ¿Qué podría llevar a una persona a relacionarse con alguien que pase a llevar sus derechos humanos? ¿Alguien que no respete sus espacios, su individualidad, y considere que es una propiedad? ¿Es acaso el machismo, el feminismo, ambos dos, los responsables de esta condición? ¿No es acaso un deber, hacernos respetar como seres humanos?

Las situaciones de violencia en la pareja, deben ser detenidas a la primera señal; Sin prorrogas, ni segundas oportunidades.  Y no hablo única y exclusivamente de la celopatía y sus múltiples expresiones, de los golpes, las infidelidades, la humillación constante, y la perdida de la dignidad.  Estamos frente a una escalada de la violencia que impresiona y que se expresa cada vez de peor forma, con resultados fatales, o con un gran coste psicológico para las víctimas y su entorno. Esto es un llamado de alerta . Si relacionarse en cualquier nivel, implica someterse a la violencia, siempre será mejor la soledad. Y si ya está involucrado en un espiral de violencia, salga de ahí y denuncie oportunamente. Tome todas las medidas posibles a su alcance para evitar que la violencia siga escalando.

Recuerde que vivir una vida en paz, va a depender en gran medida de usted.

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