martes, 28 de julio de 2015

La caja de Pandora



Cuenta la leyenda que Zeus, molesto por el hurto del fuego por parte de Prometeo, decidió vengarse en contra de los hombres, generando una figura de arcilla, inspirada en las diosas inmortales, pero que Hermes - otro dios del olimpo- se encargó de sembrar en su ánimo mentiras, seducción y un carácter inconstante. Ello, con el fin de configurar un "bello mal". Un don tal, para que los hombres se alegren al recibirlo, aceptando en realidad un sinnúmero de desgracias.  Pandora se llamó aquella primera mujer, que terminaría sumiendo en los males a los hombres, sembrando por el mundo toda clase de penurias y desdichas. Esto no deja de ser una interpretación mitologica machista, pero que de alguna forma, trae consigo una interpretación no menor de la idea que se tenía de las relaciones de pareja heterosexuales en la antigüedad.

La mitica caja de Pandora, contenia entre otras cosas, aparte de los males y demases, un ultimo mal: La esperanza. ¿No es acaso la esperanza, uno de los mayores males, cuando se presenta ante nosotros, como un arreglo mágico de nuestros problemas?¿Como un milagro pendiente que vive de nuestras ilusiones, y que nos arrebata el tiempo valioso de vivir sin esperar nada que no este en nuestras manos?
Es cierto. La Esperanza a veces obra como un demonio que nos petrifica en la espera de un mañana mejor, de que todo puede solucionarse como por arte de magia, cuando en realidad, siempre nuestra felicidad, dependerá de nosotros mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario