viernes, 21 de agosto de 2015

Consumo de Expectativas

Manejar las expectativas, se hace complicado en esta realidad que nos toco vivir. El mundo que se ha tornado lentamente en un producto publicitario, lleno de situaciones y personas que pueden darle a nuestra vida, un nuevo sentido, pero siguen siendo productos de consumo. Y como buen consumo, en algún momento nuestra necesidad de aquello se acaba.

Manejar una relacion no se trata de adquirir un producto. Y ese es el primer error que cometemos al tratar de vincularnos con alguien de manera amistosa o sentimental. De alguna manera nos hemos vuelto tan consumistas, que hasta nuestras relaciones han sido contaminadas por el mercado. Hoy estamos obligados a vivir de una imagen que mostrar al mundo y un status que proteger.

Nuestras expectativas nos alimentan y sin embargo, esto se transforma lentamente en una trampa que termina por transformarnos en "consumidores estafados" pensando que elegimos correctamente a alguien, cuando en realidad, solo decidimos vaciar en la otra persona, todas nuestras necesidades y carencias. Como cuando usted compra un celular nuevo, por que el otro esta viejo. Asi de simple.
¿Como se puede hacer algo asi?

 Una buena pregunta, pero hoy la mayoría de las relaciones entre personas funcionan mucho mas en la irrealidad que en lo concreto. En definitiva, muchas veces pasan años hasta darnos cuenta que estamos al lado de personas que solo son ilusiones en nuestra cabeza, o que creiamos "necesitar", y estaban ahi solamente porque nosotros manteniamos la ilusion de que eran de determinada forma, cuando resultaba ser lo contrario. 

¿Es posible hoy en dia, aferrarse a la realidad de quienes nos rodean?

En absoluto, pero es algo que tenemos que indagar con cuidado. Hay muchas personas que se declaran de cierta manera, y podemos estar tranquilamente frente a personas que poco o nada tienen que ver con lo que dicen. El contacto real , ha sido reemplazado por un perfecto sustituto virtual que permite entender el mundo como quiera. Un paradigma enorme, que aumenta las barreras que nos separan. Hay que andar con cuidado, y tratar de conocer a la gente en 360° grados, sin miedo, pues es mucho mejor darse cuenta en algun momento de la realidad, que estrellarte con ella de frente.

martes, 11 de agosto de 2015

La Quimera del Recuerdo

En la mitología griega, existia un animal fabuloso llamado "Quimera", nacida la unión entre la monstruosa ninfa Equidna y el dios Tifón. La bestia, que fue derrotada por Belerofonte y su caballo alado Pegaso, tenia cabeza de León, cuervos de cabra y escupía fuego. Aterrorizaba con su presencia a quien osara enfrentarle. 

Los recuerdos a veces actuan como este ser mitologico, salvo que, en esta oportunidad, la bestia está encerrada en la jaula del subconsciente, y nos ataca furiosamente a través de los sueños, y en otras ocasiones, cuando despiertos, somos victimas de los pensamientos recurrentes. 

La Quimera de los recuerdos, agotada y sin razón, se presenta ante nosotros tratando de hacer tronar nuestra cordura y nuestra estabilidad, repitiendo una y otra vez un absurdo irrealizable, una acción vedada al consciente y al presente. Se intenta ocultar en la mente, pero queda expuesto al intentar asustarnos con su sombra. A veces dudamos, y a otras tantas, nos derriba con su rugido...

¿Qué ocurre cuando nuestros pensamientos, se transforman en traicioneras visiones que emergen una y otra vez desde nuestro ser, para tratar de persuadirnos de un sentimiento en particular, que pretendemos retener?

¿Qué hay de lo que nuestro organismo esta pretendiento dar cuenta, mediante este recurso?

Es un extraño fenomeno el que se produce en la mente. Tratar de colorear recuerdos y emociones, casi al punto de elevarlas al nivel de ensoñaciones mágicas e irrepetibles. Y es que en verdad cuesta calmarse en este punto. Crees que tienes todo bajo control ahi dentro, y un pequeño trozo del pasado se sigue colando al interior, siendo tan pequeño, pero produciendo una sombra enorme. Es quizas en estos momentos, cuando ha llegado la hora de sacar de una buena vez todos los sedimentos acumulados en el alma, para darle espacio a nuevas vivencias, y porque no, darle espacio a nuestro ser para que pueda renacer. Aferrarse a los recuerdos, es simplemente engañarse a si mismo en el presente. Hay que hacer como Belerofonte, y afrontar nuestros miedos, a la cara, sin temor, para que finalmente desaparezcan como la Quimera.

Se había olvidado

Un día su mente ya no pudo seguir jugandole trucos, adornando aquellos momentos de felicidad que en realidad no eran tales. Ya no había ahí un Dios que lo había abandonado, ni un amor ausente, ni un amigo que lo había traicionado.

Llegó el dia en que, como si alguien le hubiera dado una cachetada o arrojado un balde de agua fría, se dió cuenta cuanto había perdido en sentirse mal. 

¡Si hasta se había acostumbrado!. Era tan normal compadecerse de si mismo, que ya lo hacia de manera automática, esperando que ese acto cirsence le hiciera sentir mejor.

Pero ya no resultaba.

Se había despertado y todo era claro.  Se había olvidado totalmente de el detalle mas importante de todos: se había dejado de amar a si mismo, en el proceso de amar a los demas.