viernes, 12 de febrero de 2016

Tarot



Probablemente estaban ciegos. Y sí, también es sabido que el amor es ciego.
¿Será ese dicho una macabra alegoría sobre los resultados de toda relación con el pasar del tiempo? Nadie lo sabe. Ni siquiera las culturas ancestrales pudieron encontrar la respuesta a aquel misterioso sentimiento que nace entre dos personas.

Pero no lo cite el día de hoy para hacer un resumen de esto.

No, para nada, simplemente tenía la finalidad de poder conversar con usted, sin las interrupciones propias de su trabajo, y también para acaparar toda su atención.

-          ¿Hay algún motivo en especial para tanta preparación?
-          Ah, bueno, la verdad es que, en parte sí. ¿Recuerda esa vez que nos reunimos en un viejo café del barrio patrimonial, para jugar con los arcanos y develar el porvenir?
-          Lo recuerdo claramente. Incluso puede que recuerde hasta las cartas que aparecieron en esa ocasión. Déjeme ver… probablemente serían El Colgado, la Estrella y el Emperador. ¡Qué tiempos aquellos!
-          ¡Qué buena memoria! Creo que yo no me hubiera acordado de ninguna.
-          Soy bueno recordando algunas cosas. Sobre todo ese tipo de cosas. Pero bueno, ¿su tema tiene que ver acaso, con una lectura de Tarot?
-          En parte. Yo no soy mucho de las artes que deparan el porvenir, y eso usted lo sabe de sobra. Soy más amigo del libre albedrío, que de un destino escrito por algún dios caprichoso.
-          Pues no miremos el porvenir entonces, porque eso se escribe desde este preciso instante, con cada una de las decisiones que usted escoja para su vida. Pueden ser acertadas, o simplemente errores. Lo único claro, es que existen ciertas cosas que podemos manejar en nuestra vida; actitudes, acciones determinadas, pero hay factores que no podemos controlar, y para eso, este tema de las cartas es una buena guía.
-          Comprendo. Pues dígame entonces, ¿Qué hay del amor para este pobre hombre, defraudado? ¿Ella me quiere aún?
-          Voy a serle franco antes de empezar. Y sin sacar un solo arcano de la funda. La respuesta es un definitivo NO.
-          ¿Pero por qué lo dice? Ni siquiera hemos revisado…
-          No se trata de eso. Amor es o no es. Cuando hay una duda, o pretende usted cambiar algo, ya se acabó todo lo que tenía que hacer en ese lugar. Las personas que entran a nuestra vida, y que en verdad generan cambios positivos en nuestro interior, no son quienes hacemos calzar a la fuerza. Ese tipo de personas, usualmente suele provocarnos una agonía que se extiende por años. Algunas veces, caótica, y otras veces en silencio. Pero siempre por propia elección. Si usted me pregunta eso, probablemente yo debería preguntarle si usted mismo, se quiere tanto, que no requiere a alguien a su lado para estar feliz.

martes, 2 de febrero de 2016

Sesion # 1

- Por favor, tome asiento. Digame usted, ¿Qué lo trae para acá?

-No se como explicarlo en realidad. Esta es tercera o cuarta vez que asisto a un psicólogo, y no siento que mi patología tenga alguna evolucion. Me siento como si tuviera que pagarle a alguien para que me escuche, y simplemente me haga rellenar tests y encuestas, o tratar de cumplir algún patrón determinado de conducta, con la finalidad de poder ser alguien totalmente diferente, al menos mentalmente
.
- Por lo que me deja escuchar, al parecer sus anteriores experiencias, no han sido satisfactorias. Pero no fué esa mi pregunta, yo solo quiero saber que es lo que lo trae por acá...

- Siento que veo mi vida por la vereda contraria... ¿Suena raro , verdad? Es decir, es como si estuviera siendo un testigo de una realidad en la que no tengo ninguna injerencia. Es como si un piloto automático estuviera incrustado en mi subconsciente y me llevara de alguna manera a repetir ciertas conductas, pensamientos, formas de relacionarme. Es bastante complejo poder describir la situación, pero siento que de alguna manera, todo lo que soy hasta este momento, no soy yo. 

- ¿Siente problemas para relacionarse con la gente?

- Claramente. Siento que en muchas ocasiones soy un antisocial. Escucho a la gente hablar, pero es como si en verdad, trataran de decir otra cosa con sus palabras y sus actos. Me acerco a gente altamente destructiva, o con conductas que rayan en la defensa paranoica. Desde un punto de mi vida, esto se ha vuelto un patrón que se repite constantemente.

- Hummm, la verdad es que no puedo hacer mucho por usted...

- Gracias por su franqueza...

- No me malinterprete. Creo que sin quererlo, en esta conversacion, he descubierto que en realidad la persona que camina por el frente, es porque usted quiere que asi sea. Es decir, con solo escucharlo un par de minutos, ya llegue a esa conclusion. No se esta haciendo responsable de su vida, sino que piensa que todas y cada una de las situaciones que se le presentan, son problema del otro. Tengo sumamente claro, que su disociacion de personalidad, va de la mano con esa necesidad de reunirse con gente dañina.

- ¿Y entonces, cual sería la solución?

- Algo simple y certero. Si usted no quiere una situacion en particular en su vida, va a tener que luchar por cambiarla. Y en esa lucha muy pocos tienen exito, porque requiere disciplina y mucho amor propio. Para conseguir una meta es necesario mucho trabajo con uno mismo, porque siempre será mas facil declinar, que seguir adelante. Recuerde, el mundo es una cosa y simplemente es; con su naturaleza, pero lo que le pase a usted depende nada mas de usted, y de lo que realmente quiera modificar de su entorno...


continuara....